Los pros y los contras de la traducción asistida por computadora

Me gustaría mucho saber cuál es su opinión sobre este tema.

Como saben es algo polémico, pero es importante tener en cuenta que aún cuando siempre debemos estar a la vanguardia en la tecnología y sobre todo usar como apoyo todas las herramientas que estén a nuestro alcance para lograr un trabajo de mayor calidad y más profesional, también es importante estar al tanto de las posibles consecuencias de su uso.

La traducción asistida por computadora, en mi opinión, es una herramienta de trabajo que se debe emplear con sumo cuidado. No es un simple traductor automático que ponemos a funcionar y que realiza el trabajo por nosotros, que nos evita traducir y revisar el documento, sino una herramienta que requiere toda nuestra atención, ya que el documento resultante se debe revisar poniendo en práctica todos nuestros conocimientos, experiencia y criterio.

El traductor automático o la traducción asistida por computadora nos permiten guardar un machote de los trabajos repetitivos o similares y guardar los posibles cambios u usos que les podemos dar mediante la memoria de traducción, lo cual es excelente como herramienta, como en el caso de la traducción técnica, aunque no se aplica para todo tipo de traducción.

Esto nos ahorra tiempo y esfuerzo, pero no reemplaza el trabajo de traducción, revisión y corrección que debemos llevar a cabo para que la traducción tenga la calidad requerida y para que cumpla con nuestros propios estándares de traducción.

Ahora bien, el problema de esta excelente herramienta es que las empresas, sobre todo en Europa y cada vez más en Estados Unidos, muchas veces le solicitan al traductor los archivos que posteriormente ellos introducen al mismo software que utilizó el traductor independiente o la agencia de traducción que contrataron para elaborar la traducción original y hacen lo mismo que haríamos nosotros como traductores. La guardan en su base de datos y la usan para sus traducciones similares o repetitivas del mismo tema mediante su memoria de traducción, lo cual significa que se reduce el número de traducciones que nosotros elaboramos.

O todavía peor, ahora existe la tendencia de no querer remunerar al traductor las palabras o las oraciones que se repitan en el texto, como si el traductor no hubiera empleado tiempo en realizar el trabajo y sobre todo en revisarlo para que sintáctica, semántica y morfológicamente fuera correcto.

¿Consideran que esto es justo?

Creo que tanto las agencias como los traductores independientes debemos explicar y hacer entender al cliente que la traducción es una carrera profesional y que no se puede escatimar su precio si no se desea escatimar la calidad, ya que de otra forma el traductor se puede negar a entregar la traducción en el formato del software de traducción y simplemente entregarlo en Word o en cualquier otro programa de texto.

Creo que estamos muy a tiempo para establecer las bases sobre las que debemos trabajar y para que la tecnología no actúe en detrimento del mercado.

¿O ustedes que piensan?

 

 

 

 

 

 

 

Comments Closed

Comments are closed. You will not be able to post a comment in this post.